Cerdeña y Córcega

Crucero por Cala Figari, el golfo de Oliba y entre las islas Tavolara y Molara.
En los siglos XIX y XX, Tavolara era el reino más pequeño del mundo, lo que resulta sorprendente si se tiene en cuenta que la isla sólo mide 5 km de largo y 1 km de ancho.
Al llegar a Tavolara puede fondear en la bahía de Spalmatore, un pequeño gran lugar para ver y pasar una noche en un entorno tranquilo y disfrutar de la belleza del mundo marino.

La "Bahía del Zorro" es una bahía profunda, bien protegida y rodeada de hermosas playas de arena. En realidad es un satélite de Porto Cervo, situada inmediatamente al norte.

Su punto culminante es el espectacular Hotel Cala di Volpe, de cinco estrellas, situado al final de la bahía y dominado por el campo de golf de Pevero.

El complejo turístico de Cala di Volpe es posiblemente el más grandioso de toda Cerdeña y la playa se encuentra en una bahía protegida.

La isla principal de este hermoso archipiélago, La Maddalena, tiene sólo 12 millas cuadradas y está rodeada por algunas de las playas más espectaculares de Italia y las aguas más claras y limpias. Muchas de las playas sólo son accesibles en barco, por lo que es un lugar felizmente tranquilo para navegar.
Sin embargo, la ciudad de La Maddalena es tan animada y sofisticada como los centros turísticos de la costa continental, pero hay muchos rincones tranquilos que explorar en el archipiélago, tanto en tierra como mar adentro.
Durante su estancia en la zona:

• Subida a la Guardia Vecchia para una vista panorámica del Estrecho de Bonifacio
• Visite playas con dunas como Bassa Tinita, en la costa norte
• Eche un vistazo a las demás islas, como la deshabitada Spargi, con sus playas vírgenes.
• Navegue hasta las tres islas más septentrionales, Budelli, Razzolli y Santa María, si dispone de tiempo.

Ha llegado la hora de alejarse de los centros turísticos más elegantes y adentrarse en la paz y la tranquilidad del archipiélago de La Maddalena. Aunque está unida a Cerdeña por un puente, Caprera, una isla de 16 kilómetros cuadrados, ha sido declarada reserva natural y está protegida del desarrollo.
Cosas que hacer y ver en Caprera:

• Giuseppe Garibladi pasó sus últimos días en la isla y su casa está abierta al público.
• Pecios centenarios en la pequeña ensenada de Cala Coticcio.
• Hermosos paisajes que incluyen el monte Tejalone y Poggio Stefano, rodeados de llamativas rocas de granito rosa y a los que se llega a través de hermosos paseos.

Es hora de levar anclas y empezar a explorar la Costa Esmeralda. Su destino de hoy es el golfo de Poltu Quatu. Este estrecho fiordo fue antaño un popular escondite de piratas, pero ahora es la puerta de entrada al encantador puerto de Poltu Quatu, que significa "puerto escondido". El pueblo y el puerto deportivo se integran perfectamente en el paisaje, pero en realidad el complejo se construyó en los años setenta.
Hay muchos restaurantes y tiendas de primera para explorar.

• Un buen lugar para hacer un alto en el camino es Baia Sardinia, que domina el archipiélago de Maddalena. Toda la bahía cuenta con maravillosas playas de arena blanca y aguas azul turquesa. También es un lugar popular para practicar deportes acuáticos, sobre todo windsurf.

Playa de cala aislada bordeada por colinas rocosas, que ofrece aguas turquesas ideales para bucear y practicar snorkel.

Imagine un edén tailandés perdido en el Mediterráneo. Bienvenido a Cavallo, una isla paradisíaca que los famosos prefieren mantener en secreto. Aquí se recluía a los prisioneros romanos, con la seguridad de que sólo un barco privado podía entrar y salir. Abandonado hasta el siglo XIX, el minúsculo puerto deportivo de Cavallo no se construyó hasta hace una década. El Paraíso, situado a medio camino entre Córcega y Cerdeña, está rodeado de costas arenosas. El transporte en la isla se realiza en coches eléctricos tipo "mula" de Mustique, por lo que la tranquilidad está asegurada.

El paraíso Si le gusta chapotear en tranquilas aguas de lapislázuli, este conjunto protegido de islotes deshabitados está hecho para usted.

Disfrute de un almuerzo en el magnífico Hotel des Pecheurs.

Bonifacio ofrece a los navegantes una bienvenida impresionante. Los lugareños, preocupados por la seguridad, construyeron una ciudad que se aferra a un reducto en lo alto de un acantilado. Pero cuanto más se atacaba este puerto mediterráneo, más hermoso se volvía. Sucesivas oleadas de asaltantes vándalos, lombardos y toscanos elevaron aún más las murallas de la ciudadela, hasta asemejarla a un castillo de Disney sobre el mar. Los visitantes que viajan por sus propios medios pueden presenciar más delicias lúdicas. Un collar de bahías e islas se extiende hacia el este desde el puerto deportivo de Bonifacio. Los suyos podrían ser los primeros pasos del día sobre las blancas arenas de Balistra Plage. O pruebe el campo de golf de Sperone, situado en el extremo sur de Francia.

Encaramada a una altura impresionante, dominando las aguas, la ciudad de Bonifacio ofrece una llegada espectacular en yate; una estrecha entrada oculta al pie de los acantilados conduce al puerto.

La localidad cuenta con numerosos restaurantes, bares y el cercano club de golf Sperone. Sobre su pedestal de piedra caliza, Bonifacio es uno de los pueblos más espectaculares del Mediterráneo.

Si le gustan la langosta, las cigalas y el Laurent-Perrier frío, le encantará Propriano. Así es como el puerto deportivo más lujoso de Córcega atiende sin esfuerzo a su clientela. Las pasarelas de Propriano también sirven de puente hacia la Córcega "real". Las esculturas bucólicas de la Edad de Bronce de Filitosa y la ciudad atemporal de Sartène están a un corto trayecto en coche. Dos de las mejores playas de Córcega se encuentran a 20 minutos de Propriano. Ambas son más frecuentadas por burros callejeros que por superyates. Cupabia Plage es una joya de tres bahías con un chiringuito que sirve a tres millas de arena dorada. Plage de Verghia es un paraíso protegido para tablas de paddle y kayaks.

El puerto natural de Porto Vecchio se utiliza desde la época romana. En la actualidad, la bella ciudad es en parte moderna y en parte medieval. Una colorida dispersión de mercados, iglesias y restaurantes desciende hasta el puerto. Al sur no hay asentamientos hasta llegar a Cerdeña. El mar que la rodea es cristalino. Lo más destacado para los submarinistas son los archipiélagos Cerbicales y Lavezzi, protegidos por un parque marino. Incluso los buceadores principiantes pueden flotar sobre bancos de barracudas y meros: un caleidoscopio de vida submarina.

Descaradamente seductor, a la moda, Porto Vecchio ha sido bautizado como el St-Tropez corso.

Está dividida entre el núcleo antiguo, aislado en lo alto de una colina, el moderno puerto deportivo en la maravillosa bahía que se extiende a sus pies, y la suficiente expansión urbana por la llanura interior como para convertirla en la tercera ciudad más poblada de Córcega.